Un nuevo significado del acto de hablar para ser más feliz y empezar a desbloquear la mente tartamuda
domingo, 23 de abril de 2017
Tortazo al ego tartamudo
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sábado, 26 de marzo de 2016
Hablar en público
David Quesada fue compañero mio en Maestros de la Palabra, gran grupo de oratoria al que asistí durante la temporada 2011-2012, dirigido por el gran coach Josep Cussó. Os paso su artículo sobre cómo superar el miedo a hablar en público, algo tan común y de fondo en las personas tartamudas.
Un abrazo.
/http://www.david-quesada.com/hablar-en-publico/
Un abrazo.
/http://www.david-quesada.com/hablar-en-publico/
domingo, 1 de noviembre de 2015
Caballos
A propósito de la próxima edición del curso con caballos de ATCAT que se celebrará a final de noviembre 2015, reproduzco mi artículo "No le puedes mentir a un caballo" (http://creandoconlatartamudez.blogspot.com.es/2013/10/no-le-puedes-mentir-un-caballo.html).
También remito a otro artículo que escribí en mi otro blog en el que trata de la base de la confianza (El encuentro de Ibn Arabi con un rebaño de onagros):
http://eleremitadeigualada.blogspot.com.es/2015/04/el-encuentro-de-ibn-arabi-con-un-rebano.html
NO LE PUEDES MENTIR A UN CABALLO
¿Qué significa ser auténtico?
El ser humano corriente se podría representar como algo encerrado en una cajita, que él mismo construyó de niño pero que olvidó cómo la construyó y de qué material se compone.
Y que dentro de la cajita vive y va haciendo sus cosas, las que puede hacer, claro.
Sin embargo, a pesar de su cortedad de miras a causa de los límites de la cajita, el ser humano sueña, a veces a lo grande. Y a veces se pone a trabajar para conseguir esos sueños grandes, busca recursos, maneras, establece planes de acción, y muchas veces todo falla, no sabe por qué. Quizás ha puesto sus ojos a lo lejos, solamente, y no se ha fijado en lo que tiene más cerca. No se ha fijado que vive encerrado en una cajita, y por más que sueñe con salir, no puede.
¿Por qué no puede?
Porque la cajita está hecha con tus limitaciones. Las tuyas, las que creaste de niño, de niña, sin querer, fruto de los mandatos parentales, de la escuela, de la calle, de tu cultura. Como cantaba Serrat: "niño, eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca". Que en algunos casos ayudan a vivir felizmente, y en otros casos te reprimen y te hacen creer que eres pequeñito, que no das la talla, que no eres lo suficientemente bueno, que ciertas cosas no las puedes ni soñar. Y eso te lo creíste con toda tu alma, por miedo a perder el amor de tus padres, por miedo a quedarte solo, por miedo a defraudar a alguien.
Aunque el caballo es un animal muy grande, 400 kilos, realmente es como un niño pequeño, porque no juzga y transmite la energía sagrada que muchos de nosotros ha perdido en gran parte. El caballo es un espejo de ti cuando te acercas a él. Si tienes miedo, él lo tendrá de ti: te verá como el depredador que eres. Si te presentas a él con una de tus máscaras, aparentando algo que no eres, el caballo te delatará: no eres coherente, escondes algo, no querrá saber nada de ti. En cambio, si tienes confianza, él la tendrá en ti: te verá como un líder natural, como un alfa.
Puedes llegar como un adulto que se siente pequeñito, y después de una sesión con caballos, puedes salir como un adulto que se ha vuelto grande. Porque la cuestión es hacer más grande tu cajita. ¿Ponemos ahora nombres y apellidos a los componentes de tu cajita?
No escucho, tengo miedo, no valgo, me siento inseguro, no comunico bien, todos pueden conmigo, no me hago valer, me distraigo, no doy la talla, no soy lo suficientemente bueno, he de hacer lo correcto para que me sigan queriendo, ¿Qué será de mi?, generalizo, distorsiono mi percepción de la realidad, mis opiniones las convierto en verdades universales, me descontrolo, etc.
¿Qué te emociona? ¿Qué te llena? ¿Qué te empuja a vivir? ¿Cuál es el sentido de tu vida?
El caballo te ayudará a responder. Cuando lo hagas serás libre, como él, y caerán muchos velos. Habrás hecho grande tu propia cajita, serás auténtico. El caballo es tu espejo.
No le puedes mentir a un caballo.
Es el principio del camino para dejar de mentirte a ti mismo.
Amor, fe, energía, autenticidad, humildad.
También remito a otro artículo que escribí en mi otro blog en el que trata de la base de la confianza (El encuentro de Ibn Arabi con un rebaño de onagros):
http://eleremitadeigualada.blogspot.com.es/2015/04/el-encuentro-de-ibn-arabi-con-un-rebano.html
NO LE PUEDES MENTIR A UN CABALLO
¿Qué significa ser auténtico?
El ser humano corriente se podría representar como algo encerrado en una cajita, que él mismo construyó de niño pero que olvidó cómo la construyó y de qué material se compone.
Y que dentro de la cajita vive y va haciendo sus cosas, las que puede hacer, claro.
Sin embargo, a pesar de su cortedad de miras a causa de los límites de la cajita, el ser humano sueña, a veces a lo grande. Y a veces se pone a trabajar para conseguir esos sueños grandes, busca recursos, maneras, establece planes de acción, y muchas veces todo falla, no sabe por qué. Quizás ha puesto sus ojos a lo lejos, solamente, y no se ha fijado en lo que tiene más cerca. No se ha fijado que vive encerrado en una cajita, y por más que sueñe con salir, no puede.
¿Por qué no puede?
Porque la cajita está hecha con tus limitaciones. Las tuyas, las que creaste de niño, de niña, sin querer, fruto de los mandatos parentales, de la escuela, de la calle, de tu cultura. Como cantaba Serrat: "niño, eso no se dice, eso no se hace, eso no se toca". Que en algunos casos ayudan a vivir felizmente, y en otros casos te reprimen y te hacen creer que eres pequeñito, que no das la talla, que no eres lo suficientemente bueno, que ciertas cosas no las puedes ni soñar. Y eso te lo creíste con toda tu alma, por miedo a perder el amor de tus padres, por miedo a quedarte solo, por miedo a defraudar a alguien.
Aunque el caballo es un animal muy grande, 400 kilos, realmente es como un niño pequeño, porque no juzga y transmite la energía sagrada que muchos de nosotros ha perdido en gran parte. El caballo es un espejo de ti cuando te acercas a él. Si tienes miedo, él lo tendrá de ti: te verá como el depredador que eres. Si te presentas a él con una de tus máscaras, aparentando algo que no eres, el caballo te delatará: no eres coherente, escondes algo, no querrá saber nada de ti. En cambio, si tienes confianza, él la tendrá en ti: te verá como un líder natural, como un alfa.
Puedes llegar como un adulto que se siente pequeñito, y después de una sesión con caballos, puedes salir como un adulto que se ha vuelto grande. Porque la cuestión es hacer más grande tu cajita. ¿Ponemos ahora nombres y apellidos a los componentes de tu cajita?
No escucho, tengo miedo, no valgo, me siento inseguro, no comunico bien, todos pueden conmigo, no me hago valer, me distraigo, no doy la talla, no soy lo suficientemente bueno, he de hacer lo correcto para que me sigan queriendo, ¿Qué será de mi?, generalizo, distorsiono mi percepción de la realidad, mis opiniones las convierto en verdades universales, me descontrolo, etc.
¿Qué te emociona? ¿Qué te llena? ¿Qué te empuja a vivir? ¿Cuál es el sentido de tu vida?
El caballo te ayudará a responder. Cuando lo hagas serás libre, como él, y caerán muchos velos. Habrás hecho grande tu propia cajita, serás auténtico. El caballo es tu espejo.
No le puedes mentir a un caballo.
Es el principio del camino para dejar de mentirte a ti mismo.
Amor, fe, energía, autenticidad, humildad.
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lunes, 27 de julio de 2015
La base segura
El pediatra Carlos González en su libro “Bésame mucho” nos muestra cómo se empieza a construir la confianza de una persona. Pone como ejemplo a una niña de dos años que juega en el parque. Su madre está sentada en un banco y la niña juega en la tierra. La niña se sienta, se levanta, recoge alguna cosa del suelo, se va hacia los columpios, vuelve, se dirige hacia las flores, vuelve…
Todos estos movimientos tienen una cosa en común: su madre es siempre el origen y el final. La pequeña se aleja lentamente, por etapas, parándose aquí y allá para investigar algo interesante. Cuando llega a cierta distancia, decide iniciar el camino de vuelta, que suele ser más rápido. Esta distancia de seguridad en que la criatura se para y se vuelve aumenta con la edad y varía según diversos factores, como por ejemplo, si se encuentra en un lugar conocido o desconocido, si hay cerca otras personas o animales, si hay obstáculos que le impidan tener contacto visual con la madre, etc. También depende del carácter más o menos atrevido del niño o la niña. Cuando está cerca de la madre, al principio las etapas suelen ser más largas y las pausas, cortas, pero a medida que se aleja, las etapas tienden a hacerse más cortas y las pausas, más frecuentes y prolongadas. Y al contrario, cuando decide volver, suele comenzar a buen ritmo, y solo cuando ya está cerca de la madre, comienza a “roncear”. A veces la excursión acaba en los brazos de la madre o tocándola, y otras veces a cierta distancia. Pasado un rato, la niña empieza una nueva exploración.
Según Bolwlby, J. en su libro “A secure base” (Una base segura), la madre es la “base segura” para la conducta de exploración de los niños, que compara con el avance de una patrulla de reconocimiento en territorio enemigo. Mientras se mantengan en contacto con la base y vean posible retirarse en caso de peligro, podrán avanzar con seguridad. En cambio,
si el contacto se pierde, la base es destruida o la retirada está bloqueada, la patrulla se desmoraliza y sus miembros dejan de ser valientes exploradores para convertirse en unos extraviados atemorizados.
Comentario: la base de la confianza y la autosuficiencia en la vida de una persona adulta tiene mucho que ver con haberse sentido seguro con la madre, y también con el padre, pero sobre todo con la madre. Para un niño, saber que la madre está ahí siempre apoyándolo para todo lo que necesite genera confianza en su valía. Lo contrario es lanzar al niño y al futuro adulto al mar de la soledad y a la falta de confianza, y en casos extremos a dar tumbos por la vida. Por desgracia, muchas personas padecen de esto.
Y en otros casos, aunque el niño se haya sentido querido y cuidado por sus padres, una separación de semanas o meses puede afectar mucho a la confianza del niño. Al sentirse separado de la madre, el niño se siente solo y falto de esa “base segura”. En el caso de muchas personas tartamudas, por aquí comenzó su historia, por ejemplo, John Harrison cuenta en su libro "El hexágono de la tartamudez" que empezó a repetir sílabas cuando su madre y su abuela se fueron tres semanas de vacaciones a Europa, y sospecho que también fue lo que me pasó a mi cuando mi madre estuvo varios meses en el hospital y yo con cuatro años.
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viernes, 3 de abril de 2015
Nada que demostrar
Después de un casi un año de parón sin escribir nada, recojo un texto fundamental del gran libro de mi colega Luis Miguel Mourareu Torres "El gran viaje de la tartamudez a las estrellas":
"De la misma manera que no necesitas de una "media naranja" para ser feliz (pues te recuerdo que naciste completo y no como una mitad), tampoco necesitas alcanzar tal o cual logro para sentirte un ser capaz. No has venido a esta vida a demostrar nada a nadie, ni siquiera a ti mismo. Has llegado a este mundo para vivir. Sí, vivir. Y tu vida está hecha para vivirla en plenitud y con felicidad. Y, en contra de lo que hayas podido oír hasta ahora, tu felicidad ni es una meta, ni tampoco un camino. Tu felicidad, eres tú. Luego, a tu alrededor, giran un cúmulo de situaciones, circunstancias y personas que son "anexos" que tú, y sólo tú, atraes a tu vida. Pero son eso: anexos, añadidos. No debes permitir que sean la razón de tu felicidad. Si lo haces te condenarás a depender de ellos. Y cuando no estén presentes en tu vida (ya sabes que nada es para siempre), sentirás que "no puedes" avanzar."
(Mourareu Torres, L.M., El gran viaje de la tartamudez a las estrellas, Ediciones Marré, Barcelona, 2014).
"De la misma manera que no necesitas de una "media naranja" para ser feliz (pues te recuerdo que naciste completo y no como una mitad), tampoco necesitas alcanzar tal o cual logro para sentirte un ser capaz. No has venido a esta vida a demostrar nada a nadie, ni siquiera a ti mismo. Has llegado a este mundo para vivir. Sí, vivir. Y tu vida está hecha para vivirla en plenitud y con felicidad. Y, en contra de lo que hayas podido oír hasta ahora, tu felicidad ni es una meta, ni tampoco un camino. Tu felicidad, eres tú. Luego, a tu alrededor, giran un cúmulo de situaciones, circunstancias y personas que son "anexos" que tú, y sólo tú, atraes a tu vida. Pero son eso: anexos, añadidos. No debes permitir que sean la razón de tu felicidad. Si lo haces te condenarás a depender de ellos. Y cuando no estén presentes en tu vida (ya sabes que nada es para siempre), sentirás que "no puedes" avanzar."
(Mourareu Torres, L.M., El gran viaje de la tartamudez a las estrellas, Ediciones Marré, Barcelona, 2014).
viernes, 23 de mayo de 2014
LAS POLARIDADES
INTRODUCCIÓN
A LA NEURO-SEMÁNTICA DE LA TARTAMUDEZ (parte 7)
Según
la Gestalt, hay polaridades en la naturaleza: dia-noche, calor-frío,
blanco-negro, soleado-nublado, etc., en las que no hay juicio posible
porque es lo que pasa en la naturaleza. En cambio hay otras
polaridades en las que sí hay juicio por parte nuestra: bueno-malo,
bien-mal, adecuado-inadecuado, verdadero-falso, correcto-incorrecto,
acertado-fallido, etc.
¿Y
fluidez-bloqueos del habla? ¿Es esta otra polaridad? Claro que sí,
ni buena ni mala, solamente describe si la persona habla con fluidez
o si se bloquea. La cuestión importante es si la juzgamos o no. Hay
una manera sabia de afrontar los bloqueos, la de no juzgar, a la
manera fenomenológica, tal como enseñó Husserl y tal como se
practica en el Coaching; escucharíamos y observaríamos sin emitir
juicio alguno.
Pero,
¿qué pasa si emitimos un juicio del tipo adecuado-inadeacuado o
bien-mal? A esto se refiere el descubrimiento que hizo Wendell
Johnson sobre la gran importancia de juzgar o no juzgar, por eso la
ausencia de tartamudez en algunas tribus, tal como explicamos con
anterioridad sobre los juicios negativos en el habla infantil
temprana (Las tribus que no conocían la tartamudez y El
estudio monstruo): si no se juzga el bloqueo como inadecuado,
sino como algo circunstancial y pasajero, el bloqueo no se
retroalimenta. Esto es de nuevo la Neuro-Semántica.
¿Consideramos
los bloqueos del habla como inadecuados o los dejamos pasar?
¿Alimentamos nuestro pesar juzgándonos como que «hablamos mal»?
¿Nos escondemos? La tendencia fatal es a escondernos, para que no
nos descubran, para que no nos juzguen mal, y esto pasa porque nos
juzgamos negativamente. ¿Cuál es el significado que nos damos a
nosotros mismos? ¿Tartamudos patéticos, como se describió a sí
misma Mary Korlaske? Insisto, si nos juzgamos mal a nosotros mismos,
nos sentiremos inseguros, y la consecuencia será que tendremos
miedo a hablar y a que los demás nos juzguen mal, como inadecuados,
no válidos, patéticos, etc. Consecuencia: la tartamudez se
retroalimentará.
El
gran Nietzsche dijo dos frases que resumen el drama humano:
- Toda convicción es una cárcel.
(Nietzsche
estaba a favor de la vida y de la flexibilidad de pensamiento y
acción, y en contra de cualquier absolutismo o dogmatismo de la
mente que suele conducir al ser humano a la muerte en vida).
- El que no cree en sí mismo, miente siempre.
(En
esta frase tan rotunda y tan potente, Nietzsche nos enseña cuál es
el resultado de la ausencia de autenticidad y confianza en uno mismo:
la mentira y el autoengaño).
En
toda convicción sobre nosotros mismos y lo que nos rodea está el
significado que nos damos a nosotros mismos, cómo nos juzgamos,
cuáles son nuestras etiquetas, nuestras jaulas, nuestras redes,
nuestros pozos profundos de los que no podemos salir.
Y
quien no cree en sí mismo, quien no cree que dentro de sí hay una
mina de oro que está esperando ser rescatada, tiende a construir
auto-engaños o a engañar a los demás, para salir del paso y no ser
descubierto como inadecuado.
Pues
esto es lo que trabaja la Neuro-Semántica: excavar para descubrir lo
que nos pertenece, construir un nuevo significado de sí mismo, más
real, más áureo, enseña cómo excavar en sí mismo y revelar al
mundo la belleza y el sentido de la vida.
miércoles, 14 de mayo de 2014
LA RESILIENCIA
INTRODUCCIÓN
A LA NEURO-SEMÁNTICA DE LA TARTAMUDEZ (parte 6)
Retomemos
el gran ejemplo de resiliencia que nos da el bebé que está
aprendiendo a caminar: se levanta por primera vez, se cae, se
levanta, se vuelve a caer, se vuelve a levantar, hasta que puede
caminar sin caerse y correr, hasta que se cae de nuevo, y se vuelve a
levantar. Y esto sin parar de reír.
Todos
los padres y madres apoyan con amor a su niño para que lo siga
intentando, para que se supere y llegue a caminar y correr. Le dan la
mano, los acompañan en sus primeros pasos, hasta que pueden caminar
por sí solos.
La
resiliencia es la habilidad innata del ser humano para levantarse
después de una caída. Es innata tal como demuestran los bebés con
su afán de superación. Y también se puede continuar desarrollando
a lo largo de la vida.
Viktor
Frankl, Anna Frank, la Cenicienta, Harry Potter, Nelson Mandela,
muchos personajes bíblicos… Tenemos innumerables ejemplos de
personajes históricos, mitológicos o de cuentos que han dado
ejemplo de resiliencia, que han superado dificultades o sucesos
traumáticos.
La
resiliencia depende de la autoconfianza y también del amor y del
apoyo incondicional de las personas del entorno familiar y social. La
resiliencia de los niños es cosa de las familias y escuelas. El niño
modela lo que ve y lo que recibe.
Por
otra parte, las personas resilientes suelen ayudar a los demás a
desarrollar la resiliencia. En la resiliencia entran en juego la
empatía, la apertura de mente, el respeto, la capacidad para no
juzgar negativamente y para apreciar siempre lo positivo, tanto en
uno mismo como en los demás. Veo la resiliencia como un término que
resume la grandeza del ser humano.
La
Neuro-Semántica nos dice, igual que la Logoterapia de Viktor Frankl
o la Terapia Racional-Emotiva de Albert Ellis, entre otras
disciplinas, que ante una situación problemática, o incluso
traumática, la persona debe dar un nuevo significado a su situación,
buscar un nuevo sentido, buscar lo positivo en esa nueva situación,
como si se tratara de una puerta hacia la superación. Esto es lo que
ayuda a levantarse de nuevo.
Por
el contrario, si nuestras palabras y las palabras de nuestro entorno
insisten en lo negativo, en lo traumático, la persona se quedará
hundida. Expresiones
como “tirar
la toalla”,
“ya no sé qué hacer más para salir adelante”, “no puedo” o
“soy un fracasado” son expresiones típicas de la falta de
resiliencia. Otra vez el lenguaje, las palabras que nos decimos y que
“in-corporamos” a nuestro cuerpo, es decir, nuestras palabras se
hacen carne.
La
coach Vigela Lloret lo expresa con exactitud con la frase siguiente:
TAL
COMO “NOS PENSAMOS”, ASÍ “NOS SENTIMOS”.1
Recordad
al niño bebé resiliente cuando está aprendiendo a caminar con el
apoyo del amor de sus padres. Algo ha de cambiar en la visión del
mundo de esa pequeñísima parte de adultos que se asustan ante las
imperfecciones del habla infantil temprana, para que también apoyen
con amor al niño que está aprendiendo a hablar.
Este
es un mensaje también para grandes y pequeños, para que apoyen con
cariño al niño, al adolescente y al adulto bloqueado en su querer
hablar y no poder.
1
http://vigelalloret.com/gestion-del-tiempo/
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