INTRODUCCIÓN
A LA NEURO-SEMÁNTICA DE LA TARTAMUDEZ (parte 7)
Según
la Gestalt, hay polaridades en la naturaleza: dia-noche, calor-frío,
blanco-negro, soleado-nublado, etc., en las que no hay juicio posible
porque es lo que pasa en la naturaleza. En cambio hay otras
polaridades en las que sí hay juicio por parte nuestra: bueno-malo,
bien-mal, adecuado-inadecuado, verdadero-falso, correcto-incorrecto,
acertado-fallido, etc.
¿Y
fluidez-bloqueos del habla? ¿Es esta otra polaridad? Claro que sí,
ni buena ni mala, solamente describe si la persona habla con fluidez
o si se bloquea. La cuestión importante es si la juzgamos o no. Hay
una manera sabia de afrontar los bloqueos, la de no juzgar, a la
manera fenomenológica, tal como enseñó Husserl y tal como se
practica en el Coaching; escucharíamos y observaríamos sin emitir
juicio alguno.
Pero,
¿qué pasa si emitimos un juicio del tipo adecuado-inadeacuado o
bien-mal? A esto se refiere el descubrimiento que hizo Wendell
Johnson sobre la gran importancia de juzgar o no juzgar, por eso la
ausencia de tartamudez en algunas tribus, tal como explicamos con
anterioridad sobre los juicios negativos en el habla infantil
temprana (Las tribus que no conocían la tartamudez y El
estudio monstruo): si no se juzga el bloqueo como inadecuado,
sino como algo circunstancial y pasajero, el bloqueo no se
retroalimenta. Esto es de nuevo la Neuro-Semántica.
¿Consideramos
los bloqueos del habla como inadecuados o los dejamos pasar?
¿Alimentamos nuestro pesar juzgándonos como que «hablamos mal»?
¿Nos escondemos? La tendencia fatal es a escondernos, para que no
nos descubran, para que no nos juzguen mal, y esto pasa porque nos
juzgamos negativamente. ¿Cuál es el significado que nos damos a
nosotros mismos? ¿Tartamudos patéticos, como se describió a sí
misma Mary Korlaske? Insisto, si nos juzgamos mal a nosotros mismos,
nos sentiremos inseguros, y la consecuencia será que tendremos
miedo a hablar y a que los demás nos juzguen mal, como inadecuados,
no válidos, patéticos, etc. Consecuencia: la tartamudez se
retroalimentará.
El
gran Nietzsche dijo dos frases que resumen el drama humano:
- Toda convicción es una cárcel.
(Nietzsche
estaba a favor de la vida y de la flexibilidad de pensamiento y
acción, y en contra de cualquier absolutismo o dogmatismo de la
mente que suele conducir al ser humano a la muerte en vida).
- El que no cree en sí mismo, miente siempre.
(En
esta frase tan rotunda y tan potente, Nietzsche nos enseña cuál es
el resultado de la ausencia de autenticidad y confianza en uno mismo:
la mentira y el autoengaño).
En
toda convicción sobre nosotros mismos y lo que nos rodea está el
significado que nos damos a nosotros mismos, cómo nos juzgamos,
cuáles son nuestras etiquetas, nuestras jaulas, nuestras redes,
nuestros pozos profundos de los que no podemos salir.
Y
quien no cree en sí mismo, quien no cree que dentro de sí hay una
mina de oro que está esperando ser rescatada, tiende a construir
auto-engaños o a engañar a los demás, para salir del paso y no ser
descubierto como inadecuado.
Pues
esto es lo que trabaja la Neuro-Semántica: excavar para descubrir lo
que nos pertenece, construir un nuevo significado de sí mismo, más
real, más áureo, enseña cómo excavar en sí mismo y revelar al
mundo la belleza y el sentido de la vida.
Gracias mil por las grandes esencias y grandes verdades de este artículo, Juan Miguel. La manía del ser humano por juzgar acarrea consencuencias. Cuando despertemos a la consciencia de que cuanto sucede o no es ni bueno ni malo (sólo lo es en función de nuestra mirada) o siempre es más positivo y menos negativo, entonces daremos un paso. A lo dicho en tu texto añadiría algo: la mente juzga. La mente es como una máquina o, mejor dicho, las máquinas son como la mente, que las creó a su imagen y semejanza. La mente funciona a través de valoraciones y etiquetas, la mente no concibe algo distinto a eso, y cuando juzgamos nos dejamos llevar por la mente, como si el ser humano fuera sólo mente... Hay otros caminos, :-)
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